Si hay algo seguro es que la situación actual no ha dejado indiferente a nadie. Si bien no todos hemos sufrido las consecuencias del COVID-19 en la salud, sí que hemos sufrido las consecuencias psicológicas de la pandemia. El estrés, las restricciones, las malas noticias, el cambio de rutinas, el teletrabajo… Muchos son los factores que favorecen un descenso del ánimo y que pueden tener consecuencias negativas en nuestro estado físico y el de nuestro pelo.
En Kaizen sabemos esto y te hemos preparado ocho tips para que cuides tu cabello desde casa.
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Un champú y un acondicionador adecuados
Elegir un champú y un acondicionador buenos es fundamental para el cuidado de nuestro cabello. No solo tiene que ser de calidad, sino ser adecuado para nuestro tipo de pelo y adaptarse a nuestras necesidades (por ejemplo, cabello seco, cabello graso…).
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Frecuencia de lavado
La frecuencia del lavado es muy importante. Lavarlo con demasiada asiduidad es igual de perjudicial que lavarlo con poca frecuencia. En general podemos decir que es recomendable lavarlo cada dos días, pero depende de cada tipo de pelo, época del año y estilo de vida. Así que ‘escucha’ lo que tu pelo necesita.
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Tiempo de lavado
Es importante aclarar bien tanto acondicionadores como mascarillas para que no de la sensación de cabello sucio enseguida.
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No frotar demasiado fuerte
Cuando te laves el pelo con champú debes tener cuidado y no frotar demasiado el cuero cabelludo. El frotarlo de forma agresiva estimula la glándula sebácea y provoca que se engrase el pelo y aguante menos tiempo limpio.
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Lavarlo con agua templada o fría
Otro punto relevante que tener en cuenta es la temperatura del agua con la que te lavas el pelo. Si la temperatura del agua es demasiado alta hará que la cutícula del cabello quede muy abierta y se estimule la glándula sebácea. Lo ideal es utilizar agua templada o fría.
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Desenredar el cabello
La forma de desenredar el cabello también puede ser un factor importante en su cuidado. La opción más favorable es desenredarlo con los dedos o con un cepillo de púas anchas, siempre de raíz a puntas para sellar la cutícula y que no nos quede el pelo encrespado. De esta forma no mejoramos solo su suavidad, sino que también favorecemos su brillo.
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Elegir bien nuestros utensilios
A la hora de elegir tus herramientas térmicas es fundamental que estas sean de calidad: buenos secadores, planchas, rizadores, etc. La temperatura del cabello debe ser la adecuada para no dañarlo. Además, si estos tienen tecnología iónica, nos servirán para eliminar la electricidad estática y sellar bien la cutícula del cabello.
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Productos sin sulfatos ni parabenos
Si tienes cuero cabelludo sensible o te duchas con agua rica en cal, deberás optar por productos sin sulfatos ni parabenos para alcanzar un mejor cuidado de tu cabello y evitar la aparición de sequedad, picores o caspa.
En resumen, cuidarnos puede repercutir favorablemente en nuestro ánimo, por lo que no debemos dejar de hacerlo cada día. Además, si mantenemos una rutina de cuidado consistente y con buenos productos, no necesitaremos arreglos o tratamientos de emergencia en un futuro y podremos mantener la salud de nuestro pelo mucho más.
Esperamos que estos consejos os hayan resultado útiles para vuestro cuidado. ¡Hasta la próxima!